viernes, 21 de noviembre de 2014

Morena: el extraño pez de las leyendas

Este artículo se publicó por Mónica Alonso en la Revista Escápate, en el número 12 

Todos hemos experimentado cierto temor cuando nos hemos encontrado una morena bajo el agua. Su boca abierta y aspecto fiero han contribuido a que este animal esté rodeado de historias y leyendas. Aprendamos un poco de él.

Los peces de la familia de las morenas (Muraenidae) tienen forma anguiliforme o de serpiente y presentan características muy diferentes a las del resto de peces. La familia de los muraenidos se compone de 15 géneros y más de 200 especies, alcanzando su mayor diversidad en aguas templadas o tropicales. Como curiosidad, la morena más grande de todas es la morena gigante (Gymnothorax javanicus) que puede alcanzar los 3 m de longitud y los 30 kg de peso. Existen algunas especies adaptadas para la vida en agua dulce.

Para ser peces, presentan numerosas características muy diferentes a ellos. No tienen aletas pectorales ni pélvicas, y la aleta dorsal ocupa toda su longitud. Tampoco tienen escamas, y la mucosa que cubre su cuerpo (para compensar la ausencia de escamas y facilitar el hidrodinamismo) es tóxica en muchas especies. Su cuerpo presenta una musculatura fuerte y vértebras flexibles, lo que le permite una natación ondulante, sin  ayuda de unas inexistentes aletas. Tienen unos ojos pequeños y una gran boca permanentemente abierta para facilitar la entrada de agua y poder respirar. Las branquias de estos peces se localizan en dos orificios circulares situados tras la boca, por donde sale el agua que absorben durante el proceso continuo de apertura y cierre de esta.

Primer plano de una morena negra en Canarias (Muraena augusti),
endémica de las islas de la Macaronesia. 
En la imagen se pueden apreciar sus dos pares de narinas
 u orificios nasales y sus afilados dientes inclinados hacia atrás.
Dentro de la boca se localizan infinidad de dientes que utilizan para desgarrar a sus presas, las cuales localizan gracias a su buen olfato. En la parte superior de la boca presentan dos apéndices nasales tubulares, más o menos visibles según la especie, que contienen millones de células olfatorias.

Son grandes depredadores nocturnos que consumen cefalópodos y moluscos. Se ocultan en grietas entre las rocas donde acechan a sus presas, y por tanto, no es frecuente verlas nadando fuera de sus escondrijos. Tienen debilidad por los pulpos, a los cuales arrancan los tentáculos desgarrándolos con su potente boca. Para ello, una vez que hacen presa, se contorsionan hasta formar un nudo con su cuerpo, y con un retroceso violento logran arrancar el tentáculo. En otros casos, tras atrapar el tentáculo, giran rápidamente sobre el eje de su cuerpo, desgarrándolo y separándolo del resto del animal.

Morena en su cueva, con parte de su cuerpo
 fuera de la misma. Puede observarse en la 
imagen el orificio donde tiene las branquias, detrás de la cabeza.


Podemos estar tranquilos cuando buceamos con ellas, pues no son peces agresivos ni peligrosos, y generalmente solo atacan cuando se ven acosados. Al contrario que  lo que dice la creencia popular, la mordedura de la morena no es venenosa, aunque dada la presencia de numerosas bacterias en su boca, tiende a infectarse. Por la disposición de sus dientes, porque no suele soltar a sus presas una vez que muerde, y por su tendencia a girar sobre sí misma para desgarrar, provocan heridas que suelen ser muy escandalosas y feas, y a menudo se requiere de sutura reconstructiva. Es más frecuente la mordida de las morenas cuando se las alimenta, dado que su deficiente visión no les permite diferenciar los dedos del buceador de la comida que se les ofrece. Por ello, no es aconsejable esta práctica, que tan frecuentemente vemos en nuestras inmersiones.

Zina Deretsky ,  National Science Foundation (after Rita Metha, UC Davis)
Modificada por Mónica Alonso
Las morenas tienen dos pares de mandíbulas, las mandíbulas 
orales, que capturan la presa, y las mandíbulas 
faríngeas que avanzan dentro de la boca y mueven 
la presa desde las mandíbulas orales hasta el esófago. 

Una característica que ha suscitado el estudio muy reciente por parte de los científicos, es la disposición de sus mandíbulas, puesto que tienen un segundo par de ellas en el interior de la garganta, llenas de dientes inclinados hacia atrás, que les ayudan a deglutir los grandes trozos de las presas. La mayoría de los peces capturan sus presas utilizando la succión. El mecanismo es sencillo: cuando el alimento está muy cerca, abren rápidamente su boca y lo succionan. En este movimiento expanden la cavidad bucal (en algunos casos de manera muy llamativa), creando presión negativa y succionando el agua y la presa hacia su garganta. Pero este simple sistema tiene sus restricciones. Por un lado, el tamaño de la presa a engullir está muy limitado. Por otro lado, debe existir espacio necesario alrededor de la cabeza del pez para poder expandir sus mandíbulas. Estas dos limitaciones no permiten el uso de este sistema en animales como la morena, que se sitúa en espacios reducidos y se alimenta de presas grandes.  Por ello, en lugar de succionar a sus presas, las morenas tienen fuertes mandíbulas orales llenas de de dientes afilados. Con el segundo par de mandíbulas (faríngeas), se facilita la deglución de los enormes trozos de presa.

Su forma de respirar y su imponente presencia, unido a las leyendas populares les han creado una mala reputación totalmente infundada. Según el cronista romano Plinio el Viejo, los romanos más ricos y poderosos adornaban a las morenas que tenían por mascotas, con lazos y joyas. Dice la leyenda que arrojaban esclavos a los estanques de morenas, para divertirse cuando les mordían. Todas estas historias pueden ser más o menos creíbles, pero lo que sí es cierto es que los romanos apreciaban mucho la carne de morena, por la cual los aristócratas tenían debilidad, y las cultivaban en viveros para servirlas en ocasiones especiales. Hay constancia histórica de que en tiempos de Julio César se llegó a celebrar un enorme banquete para 6000 personas cuyo menú estaba compuesto principalmente por morenas.
UC Davis, Revista Nature
Radiografía de la cabeza de la morena, 
donde se puede  apreciar el segundo par de mandíbulas.


La antigua expresión de “estar condenado a las morenas” proviene de la costumbre de la Roma clásica de alimentar a estos peces con los esclavos condenados a muerte, considerando que el sabor de la carne de morena mejoraba mucho si se alimentaba de carne humana. Parece ser que esta es una leyenda que crearon los padres de la Iglesia, en su afán de denigrar las costumbres de la Roma pagana.

Se cuenta que el cónsul Lucio Licinio tenía en su casa un inmenso vivero de morenas, y decidió cambiar su apellido por el de Muraena. De este nombre viene el nombre científico de la familia Muraenidae.

El consumo de este animal no está exento también de cierta leyenda, aunque actualmente se sigue consumiendo la carne de morena en algunas zonas de nuestro país y del mundo. En la antigua Roma se hablaba ya de que su sangre cruda fuera venenosa, y es que,  las morenas, como otros peces anguiliformes, pueden tener proteínas tóxicas en su sangre, dependiendo de la especie y del individuo.  Dado que se trata de un depredador, el consumo por parte de las morenas de animales neurotóxicos hace que en ocasiones su carne presente estas  sustancias acumuladas. Por ello se ha creído en algunos periodos de la historia que su carne era venenosa. Incluso alguna de las teorías sobre la muerte del rey Enrique I de Inglaterra dicen que se debió a la ingesta de una morena (aunque otras historias hablan de indigestión por ingesta de lampreas).

Para aquellos que tengáis la curiosidad de probarla, se dice que la morena tiene una carne sabrosa y firme y posiblemente la mejor forma de cocinarla es friéndola cortada en rodajas, de forma que la piel quede crujiente y la carne jugosa.

En las Islas Canarias, donde el consumo de la morena es habitual, la técnica artesanal de su pesca se acompaña de lo que se denomina el “canto de la morena”, que es una especie de tonada que cantaba el pescador para atraer al animal y dejarlo aletargado. Consiste en una cancioncilla repetitiva acompañada por silbos, y tiene por finalidad captar la atención de la morena y dejarla “adormecida”, que es cuando el pescador aprovecha para matarla. La tradición del “canto de la morena” es muy antigua y ya en el siglo XVI se hace explícita referencia a estos cantos en textos escritos.

Para el mantenimiento de la higiene bucal, las morenas cuentan 
con la colaboración de gambas que se alimentan de los restos 
de alimento no ingeridos. El camarón limpiador de la morena 
mediterránea (Muraena helena) se llama camarón monegasco o 
Lysmata seticaudata. Es bastante frecuente observar estas gambas 
si durante la inmersión nos paramos a mirar en las cuevas 
donde viven las morenas. En algunos casos lo primero que vemos 
son las gambas en la entrada de la cueva, y luego sale la morena 
a vigilar su morada, perturbada por la presencia de los buceadores.
Las morenas nunca se comen sus camarones limpiadores,
 se quedan inmóviles hasta que éstos han acabado su trabajo.
Fuera ya de historias y leyendas, para los que queráis saber más de la biología de estos animales, indicaremos que la reproducción de la morena es poco conocida, que suelen poner huevos de aproximadamente 5 mm en la época estival. Los cuerpos de macho y hembra se colocan muy juntos durante un par de horas, que es cuando la hembra (de tamaño mayor al del macho) pone alrededor de 10000 huevos, que fertiliza el macho según salen del cuerpo de la hembra. La larva, denominada “leptocéfala”, es plana dorsolateralmente, de naturaleza pelágica y planctónica, y permanece en este estado larvario durante largo tiempo (más de un año) antes de sufrir la metamorfosis y convertirse en adulto joven. Dado el largo periodo de la fase larvaria, durante la cual puede alcanzar hasta una longitud de 20 cm, se llegó a creer que las larvas eran una especie de pez diferente. Solo tienen la capacidad de reproducirse las morenas de varios años de edad, con un tamaño considerable.

Aunque las morenas están en lo alto de la cadena trófica, también tienen sus depredadores, que suelen ser tiburones o barracudas. Su esperanza de vida es muy desconocida, pero se cree que pueden llegar a vivir entre 10 y 30 años, dependiendo de las especies. Como son territoriales y longevas, en algunos lugares de inmersión hay morenas conocidas por los buceadores habituales, que les suelen poner nombre.


Como hemos podido ver en este texto, se trata de unos animales fascinantes por la cantidad de curiosidades que presentan. Ahora solo tenemos que bucear con ellos y verlos con otros ojos.
Morena mediterránea en las costas murcianas. Presenta una hilera de dientes situada en la parte central del paladar.
Esta morena (Muraena helena) ha sido sorprendida “de caza” diurna. Las morenas se aventuran fuera de sus cuevas durante el día, cuando la caza está asegurada.

La morena mediterránea o pintada (Muraena helena) tiene un cuerpo marrón claro o amarillento. Es la morena más frecuente en el Mediterráneo.  En la imagen, tomada en las costas murcianas, podemos verla fuera de su cueva, lo cual no es muy habitual en inmersiones diurnas.
Morena picopato (Enchelycore anatina). Es una de las morenas más impresionantes de las Canarias y se encuentra en la Macaronesia e islas del Atlántico Oriental. A veces se la llama morena tigre o fangtooth (dientes afilados).
Murión o morena marrón (Gymnotorax unicolor). Se encuentra en las islas atlánticas y a veces en el Mediterráneo. Es más robusta que la morena negra o la mediterránea, y el color es más marrón claro, con pocas manchas. Bajo el agua sus ojos parecen azules.
En la cultura popular canaria se la conoce como el macho de la morena. 
Morena leopardo o teselata (Gymnotorax favagineus) fotografiada en Maldivas. Son morenas muy grandes, pueden llegar hasta los 3 m de longitud, mientras que las morenas del mediterráneo rara vez superan el metro de longitud. Es una de las morenas más grandes del Indopacífico. Muy cotizada para exhibición en los acuarios.
Morena cebra (Gymnomuraena zebra) fotografiada en Manado, Indonesia. A diferencia del resto de morenas, se alimenta exclusivamente de crustáceos, erizos de mar y moluscos, pues tienen unos dientes menos afilados, perfectos para machacar los caparazones. Se las ha visto cazando en cooperación con meros: la morena entra en las cuevas, espantando a los animales que viven en ellas, y los meros los esperan a la salida de las cuevas. 

jueves, 23 de octubre de 2014

VOLUNTARIADO ESPAÑOL EN SHARKLAB-MALTA: CONSERVANDO ELASMOBRANQUIOS

Texto: Mónica Alonso Ruiz y Alba Crespo Mazagatos



Alba Crespo es una bióloga madrileña que el año pasado participó en una estancia de voluntariado en Sharklab Malta, una organización para la conservación de los tiburones malteses. En este artículo nos cuenta su experiencia.

Alba es una joven bióloga y buceadora que, tras terminar sus estudios, se animó a pasar un par de meses trabajando como voluntaria en Sharklab Malta.


Sharklab Malta es una organización liderada por el británico Greg Nowell, que tiene como objetivo el estudio y conservación de los tiburones malteses. Las actividades de esta organización, que acoge voluntarios internacionales, son numerosas, aunque lo más conocido en los círculos conservacionistas es su actividad de recuperación de huevos de pintarroja (Scyliorhinus canicula) y alitán (Sciliorhinus stellaris) para su posterior cuidado hasta el nacimiento de las crías de tiburón y su posterior suelta.
Greg Nowell en el Acuario de Malta
El trabajo de Alba consistía en acudir a la lonja de La Valeta (la capital de Malta) y recolectar datos sobre las especies de tiburones desembarcados. Esta labor de recogida de datos se realizaba a muy primera hora de la mañana, antes de la apertura del mercado para el inicio de las ventas. Nos cuenta que “el trabajo se enfocaba principalmente a la toma de datos sobre tiburones y rayas, identificando la especie, determinando su sexo y recogiendo datos de sus tamaños, con el objetivo de determinar el grado de madurez de los individuos capturados. De esta manera se trataba de conseguir datos precisos sobre las especies y número de ejemplares capturados en las islas maltesas, determinando su grado de madurez en el momento de la captura, y los cambios en la frecuencia de los desembarcos a lo largo del año”. 
Pintarrojas en el mercado de la Valetta

Era un trabajo duro, que hay que hacer en muy poco tiempo, y aunque se hace con el permiso de las autoridades, es preciso no molestar demasiado a los pescadores, siempre suspicaces ante cualquier inspección de sus capturas.”

La ONG también trabaja con el organismo de gestión de pesca de Malta, al que asesora y presta sus datos para evitar que no se pongan a la venta especies protegidas. Incluso se les muestra apoyo cuando es necesaria la identificación de alguna especie más desconocida. La pesca de tiburones no está prohibida, y la pintarroja y el alitán tienen valor comercial en todo el Mediterráneo, existiendo una cierta cultura del consumo de este animal en la cocina tradicional mediterránea.

Estos tiburones, alitán y pintarroja, se pescan o bien con anzuelo, o caen en las redes de arrastre. Cuando se ve que hay muchos ejemplares se les pregunta a los pescadores sobre la localización de la captura, con la intención de intentar establecer zonas donde son más abundantes, o zonas de cría.

En la lonja de La Valeta es posible ver otros tiburones y rayas, como torpedos, cañabotas, galludos, mielgas, musolas, todas especies de mayor o menor interés comercial. Cuando los ejemplares de tiburones y rayas no se venden en el mercado, los miembros de la ONG los recuperan de los contenedores y los utilizan como material de disección, con fines científicos.
Tiburones desembarcados en la lonja
de la Valetta

Extrayendo huevos en la lonja


Alba cuenta con ilusión que “aunque ver tantos animales muertos es triste, lo mejor del trabajo del mercado es la recolección de huevos de pintarroja y alitán, que se hace abriendo a los ejemplares y sacándoles los huevos: es literalmente  hacer una cesárea a un tiburón. Estos huevos se llevan a las instalaciones de la ONG, donde se recuperan en acuarios y se estudia su desarrollo”. Las hembras de pintarroja y alitán son ovíparas, es decir, ponen huevos, y cada hembra pone dos huevos cada vez. Pero muchas veces llegan a esta lonja animales que están a punto de poner estos huevos y es posible sacárselos de su vientre y tratar de sacarlos adelante en laboratorio. 

Diferentes carcasas de huevos


Sharklab Malta realiza estudios embrionarios de los huevos recolectados en la lonja de La Valeta. Realiza un seguimiento de estos embriones en sus cápsulas y posee tanques de “cultivo” de huevos, los cuales tardan entre 6 y 9 meses en eclosionar desde que se recolectan en la lonja. Estos tanques tienen, además de aireación y filtrado (habitual en cualquier acuario) un exhaustivo control de la salinidad y la temperatura, la cual debe mantenerse entre 18 y 22ºC sin variaciones, para permitir el adecuado desarrollo de los huevos.




Extracción de huevos por la cloaca

Alba explica que “cuando se sacan los huevos del vientre de la madre los embriones no se suelen ver al trasluz, pero posteriormente es posible estudiar su desarrollo  dentro de la cápsula simplemente poniéndolos al trasluz. A veces, cuando se sacan de la madre pueden no estar maduros o estar dañados y no son viables para su desarrollo en laboratorio. Una vez los huevos están en los tanques de cultivo se les somete a un gran control del aspecto y color de la yema y del embrión. Se trata de estudiar las fases de desarrollo embrionario y generar una serie de artículos científicos sobre el tema”.


En la actualidad Sharlab Malta tiene un convenio con el recién creado Acuario de Malta, en particular con el Centro de Investigación de Acuicultura del Acuario, para que las últimas fases de los huevos y la eclosión se realicen en sus nuevas instalaciones, y que todos los malteses puedan ser testigo del nacimiento de los juveniles además de proporcionar a los huevos unas condiciones más estables para su desarrollo. Los juveniles se crían en el acuario durante los primeros días de vida. Los ejemplares jóvenes, cuando alcanzan una cierta longitud (unos 40 cm), se sueltan en el mar. Las actividades de suelta son una verdadera fiesta para Sharklab Malta y lo publican en los periódicos. También se realizan vídeos de la suelta. Los animales no se marcan antes de soltarlos y no se realiza ningún tipo de seguimiento de los mismos.


Acuarium Nacional de Malta
Tanques de huevos en al Acuarium de Malta
Crías de alitán antes de su suelta
La ONG tiene la intención de expandir este estudio a los huevos de raya obtenidos de las que se desembarquen en la lonja, para poder hacer un programa de investigación embrionario similar al que se está desarrollando con los tiburones. De hecho actualmente están desarrollando dos huevos de Raja clavata.
Tanques de cultivo de huevos en las instalaciones
de SharkLab 
No solo se obtienen huevos de las hembras de Scyliorhinus sp. que se desembarcan en la lonja de La Valeta. Se realizan campañas de recogida de huevos en las playas locales, que suelen aparecer tras los temporales. Estos huevos son más difíciles de sacar adelante, dado que el estado físico del huevo puede haber sufrido mucho durante el temporal. La presencia de huevos de determinadas especies en algunas playas es indicativa de la posible cercanía de zonas de cría.

Cápsula de huevo de tiburón o raya encontrada en la playa

La ONG realiza un trabajo muy completo, que involucra a sus voluntarios. Se realizan búsquedas de elasmobranquios tanto en esnorkel como con buceo con botellas, se organizan buceos científicos en la isla de Filfla, así como actividades educativas en playa (charlas, exposiciones…) e incluso se llevan a cabo las tradicionales limpiezas de playa. Esta variedad de actividades es muy atractiva para los voluntarios, que habitualmente se alojan en la vivienda de Greg Nowell, en las cercanías de La Valeta.

Los miembros de Sharklab Malta y sus voluntarios participan regularmente en actividades de recogida de datos en esnorkel. Están enfocadas a explorar nuevos hábitats y buscar evidencias de elasmobranquios en aguas someras de hasta 15 metros de profundidad. Esta actividad es ideal para iniciar a los investigadores, porque se comienza a apreciar y a entender el medio marino de las costas maltesas. Durante esta actividad, realizada prácticamente durante todo el año, pues el clima de Malta es bastante caluroso y parecido al canario, y se han conseguido algunos registros y avistamientos de algunas especies.

También se realizan actividades de investigación en inmersión. Es una actividad importante en cuanto a la determinación de zonas frecuentes de avistamientos, zonas de cría…Solo es posible realizar estas actividades si eres buceador avanzado o equivalente. En estas inmersiones se realizan conteos de peces (no solo tiburones) en áreas de 5 x 5 m, se indica el tipo de fondo y en general se monitoriza la salud de la zona, a nivel de ecosistema mediterráneo, por lo que es una actividad que requiere de un cierto conocimiento de las especies y los fondos mediterráneos.

Trabajo de campo en Posidonia
En particular se realizan inmersiones en la isla de Filfla, que es una zona de reserva marina. Sharklab Malta tiene permisos para el buceo en esa zona y desde el año pasado se realizan frecuentes inmersiones en la reserva, para la investigación de la presencia de elasmobranquios. La intención es mantener esta actividad de investigación en la reserva durante 5 años.
La isla de Filfa
Aunque Sharklab Malta realiza gran parte de su actividad en la isla de Malta, también se realizan viajes exploratorios a las otras dos islas del Archipiélago, Gozo y Comino, donde la ONG no tiene implantación permanente.

No obstante, la actividad de Sharklab Malta no tendría sentido sin la implicación de la población, y para ello es preciso la realización de campañas educativas. Y qué mejor sitio para educar a las personas sobre la vida marina que las playas. Por ello se dan charlas en colaboración con otras organizaciones como la Autoridad Turística de Malta y el Parque Natural e Histórico Maijistral. Con ellas se pretende dar a conocer a los locales y a los turistas la ecología marina de la zona enseñando las mejores maneras de observar la vida marina. A menudo las actividades se complementan con paseos guiados en esnorkel. Estas actividades se realizan fundamentalmente en el Hotel Radisson Blu, con el apoyo del Centro de buceo H2O.

Conferencias en el Museo de Malta
Es muy satisfactorio escribir sobre experiencias como la de Alba, que estaba tan contenta con ello, que no dudó en contactar conmigo para contarme los detalles. Sin duda experiencias como la suya le ayudarán a ser mejor bióloga y mejor conservacionista y buceadora. Si estas líneas han despertado tu lado investigador y conservacionista, no dudes en contactar con Alba o con Sharklab Malta y podrás tener una gran experiencia.

Más información y vídeos en:

Video Presentación Sharklab Malta:  https://vimeo.com/94879821
Liberación de pintarroja 03/06/2013: https://www.youtube.com/watch?v=BOOekLfX6Mc
Liberación alitanes 02/01/2014: https://www.youtube.com/watch?v=PGTl3ng8itQ
Pintarrojas en el acuario alimentándose: https://www.youtube.com/watch?v=Vdw0CoyAU-4
Liberación de alitanes 14/06/2014: https://www.youtube.com/watch?v=1t72qZxZt0U


Ficha Técnica del Alitán (Scyliorhinus stellaris)

  • Situación según IUCN: NT Near threatened (cerca de la extinción). Más susceptible a la sobrepesca que la pintarroja debido a su mayor tamaño y distribución más fragmentada. Evidencias de descensos elevados en el golfo de Leon, Islas baleares y Mar Tirreno.
  • Nombres comunes: Nursehold large spotted dogfish, Gatuccio maggiore, Grande roussette, Cat: Gart vaire. Gall: Patarroxa. Nursehold viene de una leyenda angolsajona en la que se creía que el alitán cuidaba de sus crías.
  • Frecuencia: Común en nuestras aguas, pero menos que la pintarroja.
  • Localización: Aguas entre 0 y 150 m. Bentónico
  • Uso comercial: Se considera que la carne es mejor que la de la pintarroja. Se usa fresco o en salazón.
  • Artes de pesca: Se pesca generalmente con caña, arrastre y palangre de fondo (como bycatch)
  • Hábitos: Se agrupan por tamaños. Se desplazan a aguas someras en primavera o inicio del verano. Copulan por la noche. Costero, hábitos nocturnos. Durante el día se esconde en cavidades
  • Alimentación: peces, crustáceos y cefalópodos. Gran depredador. Muy desarrollados el tacto, oído y olfato.
  • Talla: hasta 150 cm de longitud, habitualmente no supera los 130 cm
  • Tamaño al alcanzar la madurez: 77-79 cm
  • Tasa reproductiva: entre 10 y 50 huevos al año
  • Periodo reproductivo: todo el año
  • Tamaño al nacer: 16 cm. Cuando el huevo alcanza los 13 cm
  • Eclosión: entre 7 y 12 meses s/temp agua
  • Esperanza de vida: 19 años
  • Distribución: Atlántico nororiental y Mediterráneo. Distribución menor que la pintarroja
  • Hígado tóxico
  • Soporta los acuarios



Algunos vídeos de la especie:

Ficha Técnica de la Pintarroja (Scyliorhinus canicula) 




  • Situación según IUCN: LC Low concern (Poco conocido) 
  • Nombres communes: Lesser spotted dogfish, Gatuccio, Petite roussette, Cat: Gat. Eusk: katuarraina
  • Frecuencia: El tiburón más abundante del Cantábrico. Se confunde mucho con el alitán.
  • Localización:Aguas entre 0 y 150 m. Bentónico
  • Uso comercial: Carne sabrosa. Gran interés comercial. Se vende bajo el nombre de Mazzola en el Adriático
  • Artes de pesca: Generalmente es bycatch (pesca accidental, no objetivo) en arrastreros. Palangre de fondo. Anzuelo
  • Hábitos: Se agrupan por tamaños y sexos. Se aparean en aguas profundas y luego se acercan a la costa a desovar. Costero, nocturno.
  • Alimentación: invertebrados
  • Talla: 100 cm, pero no sobrepasa en general los 70 cm 
  • Tamaño al alcanzar la madurez: 35-40 cm
  • Tasa reproductiva: elevada, entre 20 y 25 huevos al año (algunos hablan de 100 huevos al año). Por eso no está amenazado
  • Periodo reproductivo: Noviembre a Julio en el Mediterráneo
  • Tamaño al nacer: 7-11 cm. Cuando el huevo alcanza los 10 cm
  • Eclosión: entre 5 y 11 meses s/temp agua (8-9meses)
  • Esperanza de vida: 10 años
  • Se adapta muy bien a los acuarios
  • Hígado tóxico. Las sustancias toxicas que tiene en el plasma sanguíneo, pueden causar a la persona que lo manipule (si tiene una herida) ligeros dolores, reacciones inflamatorias o importantes supuraciones.
  • En S. Fernando (Cádiz) es común verlo en las freidurías con el nombre de “bienmesabe”. Tratándose de una más de las variedades que suelen formar parte del famoso “Pescaito frito” gaditano.
  • Significado del nombre: se debe a las pintas rojizas que en gran número cubren la piel del animal.


Algunos vídeos de la especie:


martes, 7 de octubre de 2014

MANTAS: LOS GIGANTES ALADOS DEL MAR


Las mantas son quizá uno de los grupos de animales marinos más emblemáticos y característicos del océano. Muchos buceadores hemos incluido el buceo con ellas en nuestra lista particular de deseos submarinos. Estos seres tienen el cerebro más grande de todos los peces y su curiosidad y su apariencia amigable les hacen parecer las criaturas más cautivadoras para observar e interactuar con ellas en el agua.



Manta gigante (Manta birrostris)
en Myanmar
(Foto: Daniel van Duinkerken. Marine
Megafauna Foundation)

Han nacido para una vida en continuo movimiento, pues deben nadar para poder sobrevivir. Propulsándose con los potentes movimientos de sus aletas pectorales con forma de alas, siguen las corrientes oceánicas en busca de las aglomeraciones de plancton de las que se alimentan.

El nombre de manta viene de la palabra española, y en el idioma maldivo manta se refiere a las rayas que comen peces pequeños. Son términos muy descriptivos de cómo son estos animales.

Pero, ¿qué son estos misteriosos animales?. Son peces del tipo elasmobranquio (tiburones y rayas), de esqueleto cartilaginoso, y pertenecen al orden de las rayas. Las mantas o mantarrayas pertenecen a una pequeña familia de rayas denominadas Mobulidos. Esta familia presenta dos géneros: Mobula (9 especies) y Manta (2 especies). La característica distintiva de los mobulidos es que son peces filtradores con un sistema de alimentación específico (los peines branquiales) que utilizan para extraer el plancton del agua. A diferencia de la mayoría del resto de las rayas no poseen aguijón venenoso en su cola. Estos animales dejaron de habitar los fondos marinos al desarrollar sus potentes aletas pectorales para permitirles nadar largas distancias y sumergirse a grandes profundidades. Se cree que aparecieron hace unos 5 millones de años, muy poco tiempo si se compara con la aparición de sus primos, los tiburones, hace 400 millones de años.


Manta de arrecife (Manta alfredi) en Australia.
Suprema elegancia natatoria de estos animales.
(Foto: Daniel van Duinkerken. Marine Megafauna
Foundation)

La diferencia entre las mantas y las mobulas está en la posición de su boca: en las mantas la boca se sitúa en su parte frontal, mientras que en las mobulas la boca se sitúa en su parte inferior. En este artículo hablaremos solamente de las mantas y de sus dos especies.

Las dos especies de mantas, la manta gigante oceánica (Manta birostris) y la manta de arrecife (Manta alfredi), se reclasificaron en 2009, pues anteriormente se consideraba que eran una sola especie.

Se pueden encontrar mantas en las zonas tropicales y aguas cálidas del mundo y aunque los hábitats de las dos especies se solapan, la distribución de las mismas en el océano es uno de los factores para separar ambas especies. Las mantas de arrecife, como su nombre sugiere, se suelen encontrar en las aguas superficiales y costeras, así como en los alrededores de las islas oceánicas. Son animales residentes de unas zonas determinadas, y realizan migraciones locales, siguiendo los cambios en la distribución y abundancia del plancton. Las mantas gigantes son mucho más migratorias, vagando por los océanos. Se las puede ver cerca de las costas cuando se producen surgencias de plancton desde el fondo marino, en islas oceánicas y alrededor de montañas submarinas, con una frecuencia de aparición de los mismos ejemplares mucho menor que la de las mantas de arrecife, pues pueden pasar años, e incluso décadas entre avistamientos de un mismo ejemplar en la misma zona. Incluso se aventuran en aguas más frías de latitudes mayores. Su naturaleza esquiva y migratoria hace que sepamos mucho menos de estos gigantes que de las de arrecife.

Manta de arrecife (Manta alfredi)
en australia. A pesar de que esta es la especie
de menor tamaño, en comparación con la
especie gigante, el tamaño es considerable
frente a los buceadores.
(Foto Daniel van Duinkerken. Marine Megafauna
Foundation)
Las dos especies de mantas comparten similares siluetas características, distintivas de las mantas. Tienen cuerpos anchos con forma de rombo, con la boca en su parte frontal. A cada lado de su enorme boca se sitúan un par de aletas cefálicas. Estas aletas sirven para canalizar el flujo de plancton hacia sus bocas. También las pueden enrollar en lo que parecen dos cuernos; por esta característica se les ha llamado también “rayas diablo”. Ambas especies poseen coloración negra en su parte dorsal, y blanca en su parte ventral. Las dos caras tienen formas o manchas distintivas de cada individuo. Esto es muy importante para los investigadores, pues estas manchas no cambian con el tiempo y son únicas para cada individuo, lo que les permite identificar a los ejemplares de manera visual. Mediante la documentación gráfica de individuos de diferentes zonas se ha conseguido obtener grandes bases de datos y patrones migratorios, lo que ha permitido el conocimiento de las diferentes poblaciones.


Manta gigante. en la foto se puede apreciar su tamaño,
comparado  con el de los buceadores.
(Foto Andrea Marshall. Marine Megafauna Foundation)
Pero también existen diferencias entre las dos especies. La primera de ellas es el tamaño, pues las mantas de arrecife suelen medir entre 3 y 3,5 m de envergadura, mientras que las mantas gigantes suelen ser mucho mayores, llegando a alcanzar en algunos casos hasta 7 metros de envergadura. Incluso parece que la forma de las manchas negras de su dorso diferencian ambas especies, pues las oceánicas gigantes suelen tener una forma de T, mientras que las de arrecife tienen una forma de Y.

A pesar de que son de las criaturas más grandes del océano, las mantas se alimentan exclusivamente de los animales más pequeños del mundo marino, el plancton. Del zooplancton, compuesto de pequeños animalitos, tales como crustáceos, gusanos, gambas, larvas y huevos, las mantas obtienen su fuente de proteínas.


Manta de arrecife (Manta alfredi) en Mozambique. La especie de arrecife es más frecuente verla junto a las formaciones coralinas. (Foto Daniel van Duinkerken. Marine Magafauna Foundation)

Las mantas han evolucionado mucho para poder alimentarse de este tipo de presas, pues han transformado su cuerpo en máquinas filtradoras, desenrollando sus aletas cefálicas para ayudar a encauzar el flujo de agua hacia sus enormes bocas. Ingieren grandes cantidades de agua que fluye de dentro a fuera a través de cinco pares de hendiduras branquiales las cuales capturan cualquier organismo mayor de un grano de arena.

Manta de arrecife (Manta alfredi) en Mozambique. Este ejemplar
apenas presenta manchas en su parte inferior
(Foto: Daniel van Duinkerken. Marine Megafauna
Foundation)
La conducta de las mantas se caracteriza por las migraciones que realizan en busca de su alimento. Mientras que las mantas de arrecife frecuentan en cada momento los lugares en los cuales se produce una mayor concentración de plancton, las mantas gigantes siguen un patrón más regular, en cuanto a que siguen las migraciones oceánicas del plancton. Estas últimas se consideran viajeros del océano, siguiendo las corrientes oceánicas y desplazándose grandes distancias en busca de las afluencias estacionales de plancton. El análisis de los datos de seguimiento de mantas por satélite ha revelado que son capaces de desplazarse a grandes distancias en breves periodos de tiempo.

Ambas especies interactúan con diversas especies marinas. Sus enormes cuerpos sirven de refugio a las rémoras, y algunos peces pequeños pueden desplazarse siguiendo la onda de presión que generan al nadar. Sus cuerpos también albergan una variedad de parásitos. Las mantas usan estaciones de limpieza para liberarse de estos parásitos, en una especie de relación simbiótica con los peces, que de manera “desinteresada” limpian la enorme superficie de sus cuerpos a cambio del alimento que suponen los parásitos.

Manta gigante (Manta birrostris)
en Mozambique. Las rémoras son pasajeros habituales
en estos gigantes viajeros.
Mucho de lo que sabemos de la reproducción de las mantas se ha aprendido de las poblaciones de mantas de arrecife, pues tan solo se ha conseguido algún avistamiento de cópula entre mantas oceánicas. Los rituales de apareamiento pueden ser fascinantes de presenciar, por su gran valor plástico y estético. A veces se prolongan durante días e incluso semanas. Los machos se dirigen a las estaciones de limpieza, donde las hembras suelen pasar varias horas cada día. Cuando el macho encuentra una hembra dispuesta para la cópula, la persigue. Estas persecuciones, conocidas como trenes de apareamiento, han sido documentadas muchas veces y en ocasiones se han visto hasta 25 machos persiguiendo a la misma hembra. La hembra lidera la marcha serpenteante, en la que se suceden las piruetas, incluso saltando fuera del agua. Se cree que es un test de fortaleza y perseverancia de los machos. Finalmente la hembra selecciona un macho con el que aparearse. El apareamiento suele ocurrir cerca de la superficie y se realiza encarándose ambas partes ventrales, el macho agarrando una de las aletas de la hembra con su boca. La cópula dura tan solo unos pocos minutos, con la pareja, con flotabilidad negativa, va cayendo en la columna de agua.

Las mantas son ovovivíparas, es decir, desarrollan sus huevos dentro de la madre, hasta que están listos para eclosionar. La gestación suele durar un año y en general se consigue una sola cría. Las crías, que tienen un tamaño de 1,5 a 2 m cuando nacen, son réplicas en miniatura de sus padres y son autosuficientes al nacer.

Los largos periodos de gestación, con resultado de una sola cría, con tardía madurez sexual y crecimiento lento, hacen a las mantas extremadamente vulnerables a cualquier explotación pesquera.

El ser humano es el depredador más peligroso para las mantas, pues en la actualidad estos animales afrontan la amenaza de las pesquerías, tanto si se trata de especie objetivo o pesca accidental, dado el valor económico de sus branquias en el mercado chino. La medicina tradicional china de nuevo es la causante de problemas para una especie marina o terrestre. Ya vimos en números anteriores los estragos que causaban las tradiciones chinas en la conservación de los tiburones. Pues bien, la medicina china afirma que las agallas de las mantas poseen poderes curativos, aunque esta afirmación no se soporta sobre estudios científicos.

Ambas especies de mantas están incluidas en la lista roja de la IUCN (Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como vulnerables. En marzo de 2013 las mantas se incluyeron en el apéndice II de CITES (ya publicamos una referencia a esto en números anteriores de la revista), que persigue asegurar que el comercio de productos de estas especies está controlado internacionalmente. Esta legislación entrará en vigor en septiembre de 2014.








Manta de arrecife (Manta alfredi) preñada capturada en una red en Guinjata, en Mozambique. En pocos minutos los pescadores sacaron las crías no natas, trocearon el animal, sus aletas puede que fueran a parar al mercado chino de aletas, y sus branquias probablemente también fueran vendidas, dado su gran valor en el mercado chino de branquias. El resto del animal probablemente se vendió para el consumo de su carne. 
(Foto: Adam Baug)


A pesar del hecho de que las mantas son el objeto de fascinación de muchos buceadores, tan solo se han realizado estudios sobre ellas durante las últimas décadas. Lo que hemos aprendido de ellas hasta el momento es tan solo una muestra de lo que aún queda por conocer, por lo que es preciso que se realicen estudios más detallados si queremos realmente conocerlas y protegerlas. Ya se han producido descensos en algunas poblaciones locales de mantas, al ser unos animales increíblemente frágiles frente a la presión pesquera, lo que les ha llevado al límite de su capacidad de supervivencia, incluso antes de que podamos conocerlas bien.

Sin embargo las mantas tienen sus ángeles de la guarda entre las organizaciones conservacionistas. Existen algunas organizaciones que se dedican a la investigación y a la protección de estos animales. Una de estas organizaciones es Marine Megafauna Foundation.

La Marine Megafauna Foundation (MMF) se constituyó para la investigación, protección y conservación de las grandes poblaciones amenazadas de fauna marina de gran tamaño (mantas, tiburones ballena, tortugas y mamíferos marinos) a lo largo de la costa de Mozambique, en 2003, si bien desde 2009 el ámbito de acción de la fundación se ha extendido a todo el mundo (Ecuador, Méjico, Belize, Myanmar, Indonesia, Qatar, Tanzania y Brasil). Andrea Marshall, alma mater de la fundación, desarrolla su trabajo de investigación en el campo de las mantas. Ha sido la primera persona en el mundo en desarrollar una tesis doctoral sobre estos animales. Después de más de una década de investigación, el programa de investigación de Andrea desarrolla aspectos de la biología, ecología reproductiva, hábitat, migraciones y conducta social de las mantas. Andrea es la responsable del descubrimiento de la nueva especie de mantas gigantes oceánicas en 2008. En los últimos 3 años Andrea ha viajado por una docena de países en los cinco continentes en una serie de expediciones dentro de un programa denominado “Manta Ray of Hope”.

Manta de arrecife (Manta alfredi) en Mozambique. Se puede
apreciar la etiqueta que se le ha colocado, con el
objetivo de estudiar sus movimientos.
(Foto: Danial van Duinkerken. Marine Megafauna
Foundation)
En Mozambique, cuartel general de la Fundación, coexisten las dos especies de mantas, habiendo muy pocos lugares en el mundo donde esto ocurre. En el sur de Ecuador, lugar estrella de investigación de la fundación, se encuentra la mayor población de mantas gigantes del mundo, con algunos ejemplares de tamaño récord.  Los proyectos internacionales de investigación de la Fundación tienen como objetivo definir la estructura y tamaño de sus poblaciones, identificación de hábitats críticos locales y obtención de datos biológicos y ecológicos sobre estas mantas gigantes.

El equipo de Andrea Marshall ha desarrollado un sistema de fotoidentificación de individuos, basado en la caracterización individual a través de las manchas de sus caras dorsales y frontales: se trata del programa Manta Matcher, la primera base de datos automatizada sobre mantas. Con este instrumento los investigadores de la Fundación han conseguido establecer estimaciones sobre el tamaño de la población de mantas de arrecife (unos 1500 ejemplares) en la zona del sur de Mozambique, considerándose una de las zonas de mayor congregación de mantas de arrecife del planeta. En sus últimas publicaciones se ha constatado un sorprendente descenso en los avistamientos de mantas de arrecife en esta zona. Se cree que este descenso es debido a la pesca directa de esta especie y parcialmente debido a la creciente  presencia de redes como método indiscriminado de pesca en esta zona. Parece que las poblaciones de mantas gigantes no se han visto tan afectadas por estas prácticas, debido a que son poblaciones ocasionales en la zona.

Manta gigante (Manta birrostris)
en Mozambique. Las manchas de la parte inferior
permiten su identificación.
(Foto: Daniel van Duinkerken. Marine Magafauna Foundation)
El estudio de los factores migratorios de las grandes mantas también ha sido objetivo de la Fundación, y para ello se han utilizado tanto el seguimiento por satélite como la telemetría acústica de ejemplares marcados en colaboración con otros investigadores a nivel mundial.
Desde 2003, los investigadores de la Fundación han desarrollado la mayor base de datos genética de mantas del mundo, tomando muestras de animales en todo el mundo. Las muestras se toman sobre fragmentos de piel de las aletas pectorales y han servido de base para la identificación de las dos especies de mantas.

Andrea ha conseguido identificar la existencia de una tercera especie de manta, que se plantea sea descrita para su oficialización en breve.

El ecoturismo se ha demostrado como una forma excelente de generación de un equilibrio positivo y sostenible entre la protección de las poblaciones de animales y la creación de una alternativa económicamente viable a la pesca. Los informes de la Fundación, junto con otros organismos, indican que el turismo mundial basado en avistamiento de mantas se estima en 50 millones de dólares al año. Esta cifra indica el potencial económico del turismo, frente a la pesca de estos animales, que produce un beneficio de 250 a 500 dólares por ejemplar. Se están realizando estudios económicos locales detallados para cuantificar esta comparación a nivel local.

Los científicos de la Fundación son conscientes de los impactos que también provoca el buceo con mantas, y por ello están trabajando en cómo reducir estos impactos, mediante la producción de material educativo, el desarrollo de un código de conducta en presencia de mantas, e incluso en el codesarrollo de una especialidad de naturalista de PADI enfocado al mundo de las mantas.

Nos encontramos con un animal maravilloso y enigmático, con un enorme carisma y que nos llama poderosamente la atención a los buceadores. Sin embargo es un ser en peligro, que puede desaparecer de nuestros mares incluso antes de que lo conozcamos en profundidad. Aprendamos todo lo que podamos de él y contribuyamos a su conservación.

Más información y vídeos:


Este artículo se publicó por Mónica Alonso en la Revista Acusub, en el número 138 (www.acusub.net)